Historias de una Copropiedad: Capítulo 3 - La pesadilla contable

Estos relatos son producto de la imaginación del equipo de Desystec. Están basados en más de 26 años de experiencia en el sector de la propiedad horizontal y pretenden servir de espacio de reflexión y aprendizaje para todos los que lo lean. Los personajes son ficticios.

Mi nombre es Pedro, soy vigilante desde hace 20 años en el Edificio Cerros del Desierto. Me encanta mi trabajo porque puedo ayudar a todos los miembros de la copropiedad. Todos los días pasa algo nuevo en esta comunidad.

Hoy es un día lluvioso y la temperatura es tan baja que el café caliente se enfría con rapidez. Me sorprendí al oír de uno de mis compañeros que Don Juan había llegado a las 7:00 am a la copropiedad. Una hora antes de que mi turno empezara. Es un muchacho comprometido con la causa como pensé el primer día que lo vi. Aunque al escuchar que había llegado temprano, no pude evitar la curiosidad de saber en que estaba trabajando. Seguro Don Juan se encontraba frente a otro reto administrativo.


A las 9:00 am pasé por la administración para ver si podía ayudar a Don Juan. Él estaba buscando papeles para poder organizar la contabilidad y le pregunté si podía ayudarlo en algo, pero con un tono desanimado me dijo -Soy un administrador con mucho entusiasmo de trabajar por la copropiedad, pero la contabilidad desorganizada me lo hace cada vez más difícil. ¡Yo soy solo un hombre no Superman! Es muy complicado manejar la contabilidad, sin un contador que a uno lo ayude. Entiendo sobre recibos de caja y cuentas de cobro, pero cómo las cuentas se ven afectadas por esos documentos me confunde un poco.


En definitiva, Don Juan estaba muy preocupado y se me ocurrió mostrarle un video de contabilidad básica que lo guiaría y calmaría un poco, ya que él tiene nociones básicas sobre como llevar la contabilidad solo que está un poco angustiado. Le pedí a Don Juan que me dejara usar su computadora un momento y le mostré este video.




Cuando Don Juan termino de ver el video, se notó en su rostro que la expresión de angustia cambió a estar mucho más tranquila. Además, para él fue más fácil organizar toda la contabilidad y poder hacer ajustes contables, cruzar anticipos, y verificar los pagos a proveedores en Daytona. A las 8:00 pm, la contabilidad del conjunto estaba al día, ya solo falta que la revise el contador. La ventaja es que con Daytona lo puede hacer desde cualquier parte...

Me dice Don Juan al salir "¿se toma un tinto o qué?"